
Con el despegue de la compañía de taxis solicitados por teléfono, los Uber han tomado poco a poco el lugar de los taxis que circulan comúnmente en la calle.
Pequeñas comodidades como conocer el nombre del conductor y tener su número de teléfono para cualquier eventualidad, además de realizar viajes supuestamente monitoreados por internet, fueron relegando a los taxistas de ser un medio de transporte cómodo y confiable para aquellos que viven con prisa y no les gusta llegar tarde a sus compromisos.
Los conductores de Uber se rigen por aplicaciones de GPS para ubicarse por la ciudad, pero esto no siempre es la mejor opción, pues existen muchos casos en los que la ruta tomada es por una zona peligrosa de la ciudad, pues los GPS únicamente determinan la ruta más rápida, sin importar si esta presenta peligros para los pasajeros o para el mismo vehículo.
Más allá de esta problemática, los conductores de Uber se han visto envueltos recientemente en escándalos que mermarán la confianza que le tienen los nuevos usuarios.
Póliza de seguros impagable
La mayoría de las aseguradoras cancelan la póliza de seguros de aquellos clientes que utilizan su vehículo personal como un vehículo comercial, o en el mejor de los casos, aumentan la cantidad por la que lo cubren. Esto se debe a que cualquier pasajero pone su vida en las manos del conductor, y las aseguradoras se ven obligadas a responder si cualquier persona a bordo de ese vehículo sufre un accidente o presenta lesiones.
Es cierto que la aseguradora que cubre a Uber, otorga hasta 1 millón de dólares para cubrir cualquier daño que pueda sufrir el coche, el conductor, o los pasajeros; esto sólo en caso de que la aplicación esté encendida y se esté realizando un viaje. De no ser así, ya sea por problemas con la señal o con el teléfono celular del conductor, el seguro no será válido.
Sin embargo, si los daños son mayores, o si la aplicación no se encontraba funcionando correctamente al momento del accidente, puede que la aseguradora personal del conductor no lo quiera cubrir ni hacerse responsable, especialmente si no sabía que su asegurado era un conductor comercial, aunque sólo lo sea por medio tiempo.
En estos casos, es probable que incluso el pasajero sea culpado por la responsabilidad del accidente y deba pagar los daños con su propia póliza de seguros, en caso de contar con ella.
Enfrentarse a tratamientos de salud costosos, o incluso a las reparaciones de un vehículo que el pasajero no se encontraba manejando, puede ser un riesgo que no muchos estén dispuestos a tomar.
Coches y conductores desconocidos
Por otra parte, los vehículos ocupados como unidades de Uber no necesariamente deben ser nuevos, ni están obligados a pasar revisiones mensuales para asegurarse de que continúen otorgando un buen servicio a los pasajeros. Además, estos conductores suelen ser contratados de forma independiente, por lo que no necesitan pasar exámenes psiquiátricos ni presentar sus antecedentes penales, generando que los conductores puedan cometer crímenes como robos, asesinatos, o violaciones.
Debido a que Uber únicamente solicita una licencia de manejo válida y un automóvil, los viajes pueden ser llevados a cabo en unidades viejas, descompuestas, sucias, o incluso robadas. Sin hablar de que no se verifica que aquel nombre que aparece en su licencia de conducir sea el verdadero del conductor.
Se han presentado muchos casos de conductores falsos o impostores de Uber que llevan a las víctimas a lugares desconocidos para robarles sus pertenencias, en el menor de los casos, por lo que tomar un viaje en una unidad así es arriesgar más que pertenencias personales.
Taxistas = viajes más seguros
Esta es una clara diferencia con los taxistas, pues al ser empleados directamente, se solicita un registro de sus huellas dactilares para corroborar que no se trate de personas con antecedentes criminales que puedan hacer daño a alguno de sus pasajeros, incluso si sólo se trata de ofensas verbales, hasta situaciones graves como asesinatos o cualquier otro agravio contra las personas.
Además, las unidades de taxistas son frecuentemente revisadas por el gobierno para asegurarse de que todas estén en buen estado y brinden un correcto servicio a los ciudadanos.
De igual manera, todos los pasajeros a bordo de un taxi se ven cubiertos por la aseguradora de vehículos comerciales, por lo que no representa ningún problema financiero tener un accidente en un taxi comercial, ya que todos los daños sufridos por los pasajeros serán cubiertos correctamente.
No ponga en riesgo su vida o la de sus familiares, llamar a un taxi sigue siendo la mejor opción hoy en día en cuestión de seguridad y precio.