
Es probable que si se considera manejar una compañía de taxis, se piense en las operaciones como una función distinta del marketing y la publicidad.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que todo está relacionado, pues si alguno de los pasajeros tiene problemas con un conductor agresivo, probablemente no querrá volver a utilizar el servicio y dará una mala publicidad a todos sus conocidos.
Un mal viaje puede transmitir mensajes negativos, pues demuestra que el conductor (y probablemente tampoco la compañía) no se preocupan por sus clientes lo suficiente como para manejar con cuidado, ayudarles con su equipaje, o verificar que estén cómodos.
Asimismo, ofrecer servicios en vehículos sucios o en malas condiciones, darán una mala publicidad y podrán alejar a futuros clientes.
Todo esto son solo algunos ejemplos de por qué las operaciones y el marketing de una compañía de taxis van relacionados y se debe poner atención a esto.
De no hacerlo, hay probabilidades de que posteriormente se crea que la compañía va bien y que su publicidad tiene efectos positivos, cuando en realidad no es así.
Sin embargo, ya existen diversas tecnologías que permiten que una compañía se automatice, y sea rastreable (GPS, sistemas de monitoreo, comunicación por radio, etc.).
Una vez cubierta esta área, se pueden buscar nuevos clientes, pues no tiene sentido ofrecer un servicio si se corre el riesgo de que sea una mala experiencia debido a la falta de infraestructura y seguridad que da un buen servicio.